Quería dejaros unas palabras sobre unos comentarios con los que me encontré hace unas semanas por casualidad en un foro y que me han dejado algo “tocada”.
Con el tema de las renovaciones de los Certificados de Idoneidad se ha armado bastante revuelo y entiendo que cuando a uno le llega información a medias, rumores, etc., a falta de muy poco para ser asignado, se pueda poner nervioso y decir algo un poco “subido”, pero lo leído en estos días creo que pasa los límites y pienso que nos hemos olvidado por completo de los que están al otro lado.
He leído frases tan duras como “¿dónde están los derechos humanos?” por el hecho de estar esperando años y ver ahora que podrían quedarse fuera por el límite de edad. Y yo me pregunto ¿y dónde están los derechos de los niños que también por su edad se han quedado fuera del proceso de adopción?, incluso ¿qué pasa con esos que sí están en el proceso, en las listas compartidas, que además están sanos, pero que nadie quiere porque tienen 8, 9, 12 años…?, ¿acaso son más válidos nuestros derechos?, ¿acaso nos olvidamos que la adopción es una medida de protección para el menor y no para satisfacer nuestros deseos?.
Quiero dejaros esta imagen de Argentina, deja bien claro lo que quiero expresar.
También he leído una frase que me dejó un escalofrío y venía a decir “que por cumplir los requisitos y enviar la documentación, debería tener su contraprestación”. No creo que haya una palabra peor escogida y más fría para definir la gran suerte que tenemos de, por el mero hecho de cumplir los requisitos y enviar unos cuantos documentos, poder llegar a tener a nuestros tesoros en casa. ¡¡Que estamos hablando de niños, de personitas, que además no pueden elegir!!.
Me horroriza pensar que podamos comparar a nuestros hijos con meras mercancías…
En los Servicios Sociales de mi Comunidad Autónoma, si algo me dejaron claro, ¡clarísimo!, era que ni por reunir los requisitos, ni tan siquiera por tener el Certificado de Idoneidad, era una garantía que nos hiciera pensar que terminaría el proceso con un pequeño en casa. Y por supuesto, que luego no fuéramos a reclamarles a ellos, que ellos no ponían las reglas de tramitación de los países extranjeros y que ya éramos mayorcitos para saber en dónde nos metíamos…
Entiendo la impotencia que se siente al esperar años a formar una familia, pero ¿y la tristeza de los que están al otro lado esperando una familia que nunca llegará?.
Por favor, un poco de calma, sobre todo a la hora de expresar nuestras frustraciones ante la red. Creo que antes de escribir algo deberíamos preguntarnos ¿qué pasaría si mi futuro hijo leyera este comentario en años próximos?, si la respuesta es "se sentiría orgulloso de sus padres y deseado como hijo", entonces sigue adelante, si la respuesta es "sentiría que sus padres son unos egoístas que sólo pensaban en ellos", entonces...tu verás....
Me marcho de nuevo de vacaciones, ahora a la playita, por lo que no atenderé el blog como debiera. A la vuelta....pondré algunas fotitos.
Besos
